martes, 24 de septiembre de 2013

24 DE SEPTIEMBRE, OBATALÁ. PATAKI

Una vez Shango se encontraba en una mala situación. Se encontró con  Elegba, a quien le lo que le pasaba y le dijo que él iba a ver si Obatalá lo ayudaba a remediarla. Cuando Elegba vio a Obatalá le dijo: baba Shangó está muy mal y necesita que lo ayude.  Obatalá le respondió que le trajera a Shango. Cuando Shangó llegó ante Obatalá, éste le dijo: te voy a ayudar para que te encamines y se quitó la capa de dos colores que tenia blanca y roja,  la sandalia , la corona 16 quimbombo  que llevaba puesta, le prestó su caballo y  le dio una torre de ori  diciendole: ve a recorrer los pueblos que vas con mi bendición.
Así lo hizo Shango y salió con el caballo de Obatalá vendiendo  manteca de cacao por los pueblos. En su recorrido llegó a un pueblo situado en tierra yeza donde gobernaba una mujer. Al entrar al pueblo vestido vistosamente con los atuendos de Obatalá,  todos creyeron estar en presencia de un rey por lo cual al llegar al oído de la reina ésta también salió a recibir a  Shango como a un nuevo rey.
Shango al ver a esta mujer tan linda quedó impresionado por tanta belleza.  La reina, al ver que la estaba mirando tan fijamente se arrodilló ante él. Shangó se bajo del caballo y le dijo: ¡eso no puede ser! el que tiene que arrodillarse delante de usted soy yo.  En ese momento, se le cayo la corona y la reina, que se llamaba Oshun,  se quitó su corona y se la puso. Shangó le puso a ella la corona de 16 quimbobo lográndose así el matrimonio entre estos dos santos.
Shango se instaló en el palacio y comenzó a gobernar a aquel pueblo. Pasado un tiempo, Obatalá se encontraba en  una situación precaria y se acordó de la ayuda que le había dado a Shango.  Llamo a Elegba y le dijo: ve a donde esta Shango y cuentale la situacion que estoy atravesando a ver si me ayuda.
Elegba llegó  donde Shango y le contó lo que ocurría a Obatalá. Shango le contesto: yo tengo muchos problemas de Estado, Obatalá sabe  de las preocupaciones que esto trae y por lo tanto, no puedo atender a nadie

Cuando Elegba le contó a Obatalá la respuesta de  Shango,  ayaguna se enfureció y lleno de soberbia irrumpió en el palacio cantándole a Shango: 'ayaguna bario letu letu pami ogue miasho'.  Después de cantar esto y decirle mal agradecido en distintas ocasiones le aseveró: mientras el mundo sea mundo tus hijos se tengan que coronar otra vez tendrá que contar conmigo.

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