sábado, 2 de marzo de 2013

HISTORIA DE LA PIÑATA


Para algunos investigadores, el origen de las piñatas se ubica en Italia, donde fue llevada desde el oriente por Marco Polo durante el siglo XII. En China
se empleaban durante las ceremonias agrícolas de primavera; se plantaban semillas en conos huecos.
Los mandarines golpeaban la figura que regularmente representaba un becerro, con unos palitos de colores para romper estos conos y extraer las semillas que luego eran esparcidas por búfalos y toros en la tierra donde iban a ser plantadas. Posteriormente, la piñata se quemaba y sus cenizas se repartían entre los allí presentes, como portadoras de buena suerte y de la fertilidad. Usaban En Italia, (siglos XVI y XVII), la piñata es considerada un juego para el entretenimiento de los nobles y para lo cual, hacían uso de el jarro de carro estaca lleno de joyas y otras piezas costosas.

En España el juego de la piñata se instaló y evolucionó como tradición celebrada de cuaresma. El domingo después del miércoles de ceniza era llamado domingo era llamado “domingo de piñata”, Rompían jarros hechos de carro en forma de piña llenos de golosinas. En México ya existía otra versión del juego de la piñata. Durante el mes de diciembre los aztecas celebraran el nacimiento de Huitzilopochtli y para ello, preparaban grandes banquetes que consumían al aire libre, alrededor de hogueras que se mantenían encendidas en la víspera del nacimiento del Dios. Estas ceremonias incluían el juego de la piñata, la cual elaboraban con un recipiente de carro cubierto con plumas tejidas. Era golpeada con un palo, hasta romperlo para que los tesoros contenidos en ella, cayeran a los pies del Dios.

En América, el nacimiento de la piñata se vincula con el mestizaje, en el sincretismo que emerge del intercambio cultural entre nuestros pueblos y la imposición religiosa de los españoles. El cuerpo de las piñatas eran elaboradas con una especie de olla o tinaja de barro con orificios en el cuello para poder atarla a un cordón que cerraba con un lazo que permitía subirla y bajarla a gusto de quienes festejaban la Navidad. Eran muy fácil y divertido hacerla porque se elaboraban en el hogar con la participación de toda la familia.

Posteriormente, comenzaron a ser empleadas en celebraciones de cumpleaños. Recuerdo que las hacíamos inicialmente, cajas de cartón; luego, hacíamos un esqueleto con cartón, alambre o grapas que forrábamos con papel periódico y luego, lo decorábamos con papel de seda y crepé picado con diferentes formas y tamaños, con una pega hecha en casa (almidón) o el líquido extraído de una frutilla llamada “baba de perro”. Una vez terminada, la piñata se rellenaba con caramelos, chocolates, juguetes, juegos de lotería, dinero, frutas y en oportunidades, a manera de broma, la gente las llenaba con harina, animales y juguetes raros.
Existen varias versiones sobre significado religioso de la piñata pero las más aceptada es que ella representa la lucha del hombre contra las pasiones o los pecados capitales. La piñata tradicional es una estrella de siete picos en forma que significan las tentaciones del demonio hacia los hombres. Se emplean colores brillantes para representar al mal de para que cautiva al ser humano y hacer que este último caiga en la tentación de pecar. Cada pico es un pecado capital según la tradición de la religión cristiana: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia.

Para combatir el mal, debe prevalecer la fe cristiana, representada por el palo o bastón con el cual la piñata es golpeada hasta su destrucción. Destruir la piñata a palos simboliza la destrucción del maleficio de las pasiones. Al romperla, el ser humano rompe esa tentación y obtiene, los frutos divinos, representados, por la fruta y las colaciones que contiene la piñata en su cuerpo.

Romper la piñata con los ojos vendados significa que se ha destruido el mal y en consecuencia, se descubren los frutos que se ocultan en su cuerpo. El relleno de la piñata es el premio del amor de Dios hacia los hombres, las riquezas del reino de los cielos. Los frutos representan gracias divinas.  El juego de la piñata es la simbología de la lucha del hombre contra la tentación y los siete picos de la estrella, los siete pecados capitales. Es un mensaje de fe y virtud introducido por los monjes españoles para inculcar n los indígenas que el pecado se puede vencer y con ello, recibir la recompensa divina

También, la piñata simboliza las tres virtudes teologales; La fe, porque al romper la piñata con los ojos vendados sin otra guía que las voces de los otros diciendo: arriba, abajo, atrás, para indicarle a quien está vendado el lugar en el cual no se encuentra la piñata tratando de hacerlo errar o pecar. La esperanza, porque todos miran hacia arriba, al cielo esperando el premio, representado en el contenido de la piñata. La caridad, porque al romper la piñata, se destrozan los vistosos colores que representan el pecado, se toman los regalos deseados para compartirlos con los demás. 

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